viernes, 13 de mayo de 2011

ASUMIENDO UN PACTO

La Biblia menciona, la historia del Rey Acaz. Él fue ungido como rey, recibió la autoridad para gobernar al pueblo de Judá.  Pero cuando Acaz tomó el reinado, él dio lugar al orgullo y  a la vanidad. Comenzó a pensar que podía hacer las cosas independientemente de Dios, por lo que esto lo llevo a apartarse de Él, dejó de poner por obra Su Palabra. Acaz no fue más fiel a Dios, y terminó inclinándose a otros dioses, cayendo en la idolatría. El resultado de haber abandonado a Dios, convirtió en su reinado un desastre, un caos total, trayendo grandes problemas y maldiciones al pueblo. Acaz no hizo lo recto antes los ojos del Señor, como David su padre y a causa de esto el pueblo de Judá comenzó a ser humillado y  a vivir de fracaso en fracaso. (2 Reyes 16).
Acaz impidió que las personas se acercaran a Dios, dejó al pueblo de Israel hecho pedazos, sufriendo, oprimido, exclavizado por sus enemigos, en una total derrota. Cuando el rey Acaz murió, comenzó a reinar su hijo Ezequías. Muy por el contrario de su padre, Ezequías, hizo lo recto ante los ojos de Dios, ya que su madre Abías, era una mujer temerosa de Dios, y ella lo instruyó a obedecer la Palabra de Dios.
“Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías. E hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre”. (2 Crónicas 29:1-2). La primera decisión que Ezequías tomó,  fue buscar restablecer el culto al Señor, él tomó medidas espirituales y nunca buscó a los enemigos de Israel para hacer un pacto con ellos. Ezequías puso en primer lugar a Dios y buscó poner por obra Su Palabra. “En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del Señor, y las reparó.  E hizo venir a los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa del Señor el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia. Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Señor nuestro Dios…”. (2 Crónicas 29:3-6). Para que todos pudieran volverse a Dios, Ezequías mandó primeramente a limpiar toda la casa de Dios,  porque el altar estaba contaminado de idolatría.
“Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con el Señor,  el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira”. (2 Crónicas 29:10). Quien asume tener un pacto con Dios, busca tener un encuentro real y verdadero con Dios. Cada uno de nosotros representa un santuario para Dios y si nosotros queremos a Dios en nuestra vida, el primer paso debe ser limpiarnos y purificarnos delante Él. Para que podamos tener una vida con éxito, prospera y feliz en todos los aspectos, el punto fundamental está en hacer un pacto o una alianza con Dios.
Un pacto es como una sociedad o un matrimonio, donde dos personas se unen, comprometiéndose a ser fieles el uno con el otro en todas las circunstancias. De igual manera es cuando uno realiza un pacto con Dios, uno hace del Señor Jesús, el único en su vida, comprometiéndose a serle fiel permanentemente. Es por consecuencia, que Dios también da todo de Él para nosotros. Cuando la persona tiene una alianza con Dios, Él le cuida, le protege, guía sus pasos, bendice su vida en todos los aspectos, porque Él pasa a ser el dueño de su vida.
Ezequías tomó la decisión de hacer un pacto con Dios, y comenzar a vivir por la fe. De igual manera Ezequías convocó al pueblo a buscar a Dios, a ponerlo en primer lugar y ser obedientes.  A consecuencia de esto vino la paz y la abundancia sobre el pueblo. El pueblo fue libre de todos sus enemigos, comenzó a tener en abundancia, las familias fueron liberadas y transformadas.
De la misma manera como aconteció con Ezequías y su pueblo, puede acontecer en su vida, si usted asume el tener un pacto con Dios. Para tomar este paso, hay que buscar en primer lugar a Dios, serle fiel y es por consecuencia, que usted asumirá una alianza con Él. El tener un pacto con Dios conforma, el tener que buscarlo, ser fiel y perseverar, porque es paso a paso que usted va ir venciendo todas las adversidades y así ira conquistando. Si usted acepta tener un pacto con Dios, usted puede estar tranquilo, vivir en paz, y tener la seguridad de que Dios nunca le va a desamparar. Dios los bendiga.

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