lunes, 23 de mayo de 2011

ÉL PUEDE DAR VIDA A SU FAMILIA

¿Cuánta gente hay que al llegar a su casa, en lugar de encontrar un rincón de calma, parece que llega a un ring? Nada es más nocivo para el ser humano que tener una casa dividida. Nada es más doloroso para una familia que ver a sus seres queridos en el lecho de un hospital, o a sus hijos desorientados, viciosos, rebeldes y sin futuro.

Si usted es una de esas personas, que considera a su familia como un caso perdido, sepa que Dios enfrentó a uno de sus siervos con un problema, cuando lo llevó hacia un valle de huesos que estaban sequísimos. Dios le preguntó: “Acaso podrán esos huesos secos revivir? Y el siervo le respondió: “Señor, tú lo sabes.” Solamente Dios podía resolver el problema de esos huesos secos.

Tal vez usted esté viviendo en un valle de huesos secos. El valle es bonito, hay flores en la casa, lirios, belleza, pero ahí hay huesos secos expuestos. Esos huesos secos son los muchos problemas que afectan su hogar. Ese es su valle de huesos secos. Pero sepa también que Dios le dijo a su siervo: “Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra del Señor (… )He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.” (Ezequiel 37:4 y 5)

Desde el momento en que el siervo comenzó a profetizar y a determinar, el Espíritu Santo fue llegando sobre los huesos, colocando carne, tendones y extendiendo piel, formando así un gran ejército.

Dios quiere hacer lo mismo con su familia. Vamos a unir nuestra fe y a determinar que esos huesos secos se yergan. Crea, usted puede profetizar para el valle de huesos secos de su casa y lograr, con su fe y perseverancia, que su familia tome vida. No se resigne a tener un hogar marchito.

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