martes, 10 de mayo de 2011

La clave es mantenerla

La fe es algo que todos tenemos, pero cabe destacar que lo importante no es tener fe, sino mantenerla.

La Biblia indica que mientras el pueblo de Israel permaneció en la fe, tras las exhortaciones de la profetiza Débora, Dios bendijo a la gente a manos llenas durante 40 años, pero pasado ese tiempo, los israelitas se desviaron y comenzaron a idolatrar a otros dioses. En otras palabras, desecharon a Dios y, en consecuencia, sus enemigos empezaron a prevalecer sobre ellos (lea Jueces 4 al 6:10).

Casos similares hemos visto en la Iglesia Universal. Varios se acercan a Dios con el objetivo de resolver sus problemas; hacen novenas de oración, participan en campañas, realizan ayunos, asisten a veladas, etcétera. Sin embargo, como no siempre las dificultades se resuelven rápido, se desaniman, terminan alejándose de Dios y optan por recurrir a prácticas esotéricas (limpias, tarot, magia blanca, etc.), en el afán de alcanzar respuestas rápidas.

Con esto podemos darnos cuenta que ese famoso dicho de ‘Dios me abandonó’ es completamente erróneo: es uno mismo quien toma la decisión de permanecer al lado de Dios o alejarse de Él. Y lo peor de todo es que la separación de Dios significa, se quiera o no, entregar la propia vida en las garras de Satanás.

Estimado lector, aunque sus conflictos no se solucionen de inmediato, confíe en que Dios está atendiendo sus peticiones y al final obtendrá lo que ha solicitado. No permita que su ánimo fluctúe conforme a las circunstancias que vive, no se deje llevar por las preocupaciones, dudas, miedos e inseguridades.

Y la clave para conservar la fe es estar lleno de la presencia del Espíritu Santo, pues con la fuerza y guía que Él brinda, uno puede enfrentar lo que sea. Él es el Único que puede ayudarle a tener la firmeza necesaria para nunca desistir.

Recuerde: la fe es lo que causa que las promesas de Dios se cumplan en nuestra vida. No en vano las Escrituras señalan: “… El justo por la fe vivirá” (Gálatas 3:11).
Que Dios les bendiga.

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