martes, 21 de junio de 2011

JOSÉ, DE EXCLAVO A GOBERNADOR

José era un hombre temeroso de Dios, la Biblia dice que cuando José tenía 17 años de edad, Dios le dio una visión, un sueño de que el sería grande. José reveló este sueño o visión a sus hermanos y a su padre, pero por causa de esto, sus hermanos le tuvieron envidia.  “Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. [...] Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia”. Génesis 37:28-36.
Los hermanos de José fueron usados por Satanás para intentar destruir los sueños de José, fue así que  lo vendieron como exclavo. Satanás siempre va a intentar destruir nuestros sueños, pero cuando la persona confía en Dios, él no lo logra, por mayores que sean los problemas o las dificultades.

Aún José siendo vendido como exclavo,  mantuvo su confianza en Dios y continuó perseverando en la fe. José no se resignó, no desistió de la batalla aún pasando por tantas adversidades. José fue enviado a la casa de un hombre llamado Potifar que era oficial del Faraón y comenzó a destacarse, a prosperar y él pasó a tener el control de la casa de Potifar, pero después, Satanás intentó nuevamente destruir a José. “… la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene”. Génesis 39:7,8. José era un hombre de Dios, él no quería pecar contra Dios. Satanás uso aquella mujer para intentar desviar a José de la fe. Pero aún así José siguió perseverando en la fe y apoyado en Dios.


“Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel… Pero el Señor estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel”. Génesis 39:19-21. En la cárcel a donde José se encontraba, estaba el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, del rey de Egipto. José ayudó a estos hombres a interpretar sus sueños y al pasar el tiempo, el Faraón tuvo un sueño y no había nadie que lo pudiera interpretar. El jefe de los coperos se acordó de José y le dijo al rey que conocía a alguien capaz de interpretar los sueños. José fue fue traído de la cárcel para que interpretara el sueño de Faraón y lo hizo. José de ser un exclavo, un prisionero, pasó a ser el gobernador de Egipto. El Faraón lo puso en el reino y José se convirtió en el segundo hombre más importante de aquel país.

José pudo vencer cada dificultad que acontecía en su vida, permaneció, perseveró y llegó a ser uno de los hombres más importantes de Egipto. Antes que José llegará a ser gobernador tuvieron que pasar 13 años de luchas, persecuciones, dificultades, injusticias, pero él no sé desanimó y pudo revertir su situación. José perdonó a sus hermanos y ellos vinieron a habitar a Egipto con él, viviendo en lo mejor de la tierra. Pero ellos no buscaron a Dios como lo hizo José.

Al pasar el tiempo el Faraón y José murieron. El nuevo Faraón comenzó a oprimir a los hebreos, que eran los hijos de Israel y aquel pueblo que vivía tranquilo y en la abundancia, terminó perdiendo todo hasta convertirse en exclavo, fueron 400 años de exclavitud para aquel pueblo, a diferencia de José que solo fue exclavo 13 años. El pueblo no se indignaba, se conformó con la situación, no practicaba la Palabra de Dios y no perseveraba en la fe. En cambio José siempre fue un hombre determinado en lo que quería, confiaba en Dios y no desistía.

Nosotros no podemos mirar para las dificultades,  aunque parezca que todo está en contra, no nos podemos dejar influenciar por los problemas que solo debilitan la fe. Si usted quiere ver su sueño realizado así como un día aconteció con José, mantenga su confianza en Dios, persevere, obedezca y practique la Palabra de Dios y en su momento dado, Dios le va a honrar como aconteció con José. Dios los bendiga.

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