PROPÓSITOS Y OBJETIVOS DEL ESPIRITU SANTO

   

 

Cuando una persona recibe el bautismo en el Espíritu Santo, cambia completamente sus actitudes delante de la sociedad y hasta sus objetivos para con ella misma. Esto sucede porque el bautizado es una persona llamada por Dios para hacer su santa voluntad. Nadie es sellado por el Señor Jesus para que viva su propia vida, sino que Dios tiene un propósito para él. Si fuere obediente a su llamada y diere lugar al propósito de Dios, será feliz y por medio de su testimonio otros podrán alcanzar tal felicidad conociendo a Jesus. El Señor solamente se manifiesta en este mundo a través de alguien lleno del Espíritu Santo, y este es el objetivo por el que las personas son bautizadas.(Hechos 1.8), y (S Marcos 16.15-20).

         Uno de los mayores obstáculos al bautismo con el Espíritu Santo se presenta  cuando el propósito del candidato es contrario al de Dios. Un gran numero de personas buscan este bautismo sin desear una relación personal con Él. Otras lo desean recibir para decidir, dirigir y tener poder en la congregación y, llenas de orgullo, decir que también fueron bautizadas y son tan espirituales como los demás.(1 Epístola Pedro 1. 1-2)

         Los motivos por lo que deseamos recibir el bautismo en el Espíritu Santo determinaran si lo recibimos o no. Y cuando alguien viene buscando el bautismo desde hace mucho tiempo y no lo consigue, aconsejamos revise sus objetivos y propósitos, si los tales son para agradar a Dios o para satisfacer sus instintos carnales, o si para hacer su voluntad o de aquel que le llamo.(Gálatas 5. 16-17)

        Nadie tiene mayor interés en llenarnos del Espíritu Santo que el propio Señor Jesus, pues el mismo dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, El os guiara a toda verdad; porque no hablara por su propia cuenta, sino que hablara todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificara; porque tomara de lo mío, y os hará saber...” (Juan 16,13-14). Cuantas mas personas fuesen selladas con el Espíritu Santo, Mas el mundo conocerá al Señor Jesus y su santa voluntad con los seres humanos, teniendo en cuenta que las cosas divinas solamente pueden ser discernidas espiritualmente, o sea, a través del propio Espíritu Santo.(1 Corintios 2. 15-16)