domingo, 11 de septiembre de 2011

¿Cuál es su intención?

Muchos han vivido un verdadero engaño.
No porque quieren huir de la realidad, sino porque les gusta la vida errada que llevan.
Están en la iglesia, con o sin posición, meramente por estar. No por el título que poseen, sino por el “beneficio” que obtuvieron frecuentando la iglesia.
Manifestaron la fe, obtuvieron señales, pero conservaron su verdadero querer. Aún están encantados por las cosas del mundo. Quieren tener más posesiones – más dinero, más fama, más engaño – para producir cada vez más apariencia y disfrutar de lo que su corazón tanto desea.
Pero esas personas que están camufladas, un día saldrán de su escondrijo. Ellas tienen una verdadera dificultad en servir a Dios. Es muy incómodo sacrificar. Es un peso cambiar. Todo lo que es excelente, es “horrible” obtenerlo, para ella o él.
Yo misma ya tuve “amigas” y “amigos” que estuvieron en esta obra pero no permanecieron porque sus intenciones no eran verdaderas. Hacían todo lo que se les pedía apenas por un tiempo, pero en el fondo, nunca aceptaron la corrección y no probaron las cosas excelentes.
Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado.” Juan 6:26
¿Y usted? ¿Cuál es su intención en la iglesia?
Pregunte para sí mismo, por qué muchos de los que salieron o todos, decían que querían servir a Dios, pero en realidad, nunca aceptaron la corrección ni las cosas excelentes.
Dentro de sí mismos murmuraban y se preguntaban: “¿Para qué?”.

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