miércoles, 28 de septiembre de 2011

No hay problema huérfano


No fue en vano que el Señor Jesús dijo: “por el fruto se conoce el árbol”, (Mateo 12:33).
Él sabía muy bien lo que estaba diciendo y adónde quería llegar.
Al principio, Él apeló a la lógica: Si hago eso, sucede aquello. En este caso, si el fruto es bueno, el árbol es bueno. Si el fruto es malo, el árbol es malo.
Eso es lógico, inteligente, e indiscutible. Dios no llama a esa inteligencia. Él quiere que usemos la lógica para descubrir la raíz de nuestros problemas.
Por más de veinte y pocos años en mi trabajo he aconsejado personas con los más diversos problemas. Raramente alguien llega hasta nosotros sabiendo cuál es la raíz de su problema.
Normalmente las personas quieren la solución del problema visible, que le está causando dolor en aquel momento. Ellas no se dan cuenta de que todo problema tiene un origen, una raíz.
Dicen querer conseguir trabajo, mejorar la comunicación en su relación, dejar un vicio, etc. Sólo que todo eso son apenas “hojas” y “ramas” de un árbol que tiene una raíz mucho más profunda.
No hay problema huérfano.
El desempleo fue generado por uno o más factores. La falta de comunicación sucede por otras razones mayores que están afectando la relación. El vicio es apenas un síntoma, no la enfermedad en sí.
Así como nadie nace sin la acción de un padre y una madre, ningún problema surge de la nada.
Lógica e inteligencia. Es con esas armas que Dios quiere que luchemos contra nuestros problemas.
¿Usted quiere aprender a usarlos?
Este domingo, iniciaremos una campaña de 7 domingos para enseñarle a las personas a descubrir la raíz de sus problemas.

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