martes, 26 de abril de 2011

Triste testimonio

Steven estuvo en la Obra de Dios hace casi 2 años. En ese período, estaba en Bogotá, Colombia, cuando fue transferido para Maicao, en el mismo país, para auxiliar en una iglesia. Desde que él entro en la Obra, su madre siempre lo llamaba para saber cómo estaba, y le pedía para que volviera a casa porque sentía mucho su falta, y que estaba enferma. Su tía también lo llamaba, hablando lo mismo. Él, a su vez, ya no estaba involucrado con las cosas de Dios, y siempre reclamaba que en Maicao hacía mucho calor, el agua era fría para bañarse, que no era confortable, entre otras cosas, o sea, comenzó a mirar para la condición del lugar, preocupándose con su propia vida.
Él comentó que ya no oraba, tampoco ayunaba, y dejó de preocuparse con las almas que Dios le había confiado en sus manos, de esta forma, ya no tenía comunión con Dios, hasta que resolvió abandonar todo y volver para la casa de los padres.
Cuando llegó a su ciudad, fue hasta la iglesia, buscó al pastor y le explicó su caso. Le comentó que le gustaría ayudar, que continuaría en la iglesia, y no quería ser más auxiliar, solamente miembro, o incluso obrero. Pero eso duró apenas una semana, en la que participó de las reuniones, pues en el barrio adonde vivía, se encontró con los supuestos antiguos “amigos” que conocía antes de ir a la iglesia.
A partir de entonces, no volvió más a la iglesia. El pastor buscó saber por qué él no había vuelto mas, pero él dijo que no quería ir más a la iglesia, y no quería hablar con nadie. Los obreros siempre insistían para regresara, pero él se negaba.
Comenzó a ir a fiestas, bares, y pasaba toda la noche fuera de casa, no escuchaba a nadie, ni a la propia madre. Bebía toda la noche, hasta perder la noción. Ese período duró casi 4 meses, hasta que una de esas noches, un sábado, 7 de agosto de 2010, cuando regresaba para su casa, fue abordado por un joven que le preguntó su nombre y, en seguida, lo hirió con tres tiros en la cabeza.
Él entró en coma y su madre comentó que los médicos dijeron que había perdido un ojo, y que era muy grave su estado de salud; que era casi imposible para la medicina, porque él tenía sangre en el cerebro, y si sobrevivía, sería un joven que sufriría con problemas mentales. Él estaba sobreviviendo por los aparatos y el cerebro ya no reaccionaba.
Su madre dijo que El fue confundido con otra persona, y que si supiese que eso pasaría, no lo habría dejado salir de la Obra de Dios.
Aún en estado vegetativo, desde el hospital lo enviaron para su casa. Después de una semana, él falleció, el viernes 24 de setiembre de 2010.

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