domingo, 12 de febrero de 2012

El dueño de tu destino

Alguna vez te has preguntado. ¿Porqué algunas personas vencen en la vida, mientras que otras van de fracaso en fracaso?
La vida es el reflejo de los actos de cada individuo, fundamentalmente cada uno ha hecho lo que ha querido.
Sin embargo, amargarse con los propios fracasos y cargárselos a otros es común. Es necesario dejar de ser víctima de las adversidades, porque cada ano es su propio destino.
Nunca es tarde para aceptar el reto de edificarte a ti mismo y tener el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo surge de las actitudes, tomando como experiencias los propios errores.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quienes no acepta situaciones adversas y toman actitudes para cambiarlas, de quienes vivirán a pesar de todo.
Aprende a usar tu fe, a levantarte y a ser más grande que el más grande de los obstáculos.
Nunca esperes en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Recuerda que Dios nos ha dado libre albedrío para decidir como queremos vivir cada día y en el futuro.

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