martes, 7 de junio de 2011

SINCERIDAD EN LA FE

Cuanto mayor la sinceridad, más pura es la fe.
Por otro lado, cuanto mayor es la falta de sinceridad, mas impura es la fe.
A contramano de este mundo, la fe no es medida por el comportamiento religioso. La parábola del fariseo y el publicano que lo diga. Lucas 18:10-14.
El sincero rasga el alma, juega limpio, no disfraza y no esconde su real intención. El es lo que es. Sí, sí; no, no. Posición bien definida delante de los seres humanos y de Dios.
Por falta de ese comportamiento ético, la mayoría de los supuestos cristianos no vive la fe pura. La falta de sinceridad de ellos enciende la llama de la duda. Y, en consecuencia, no hay conquista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario