jueves, 6 de octubre de 2011

La serpiente y la luciérnaga


Cuenta la leyenda que había una vez una serpiente que comenzó a perseguir una luciérnaga.
Esta, huía rápido, con miedo de la feroz predadora, y la serpiente no pensaba en desistir.
Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada...
En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se paró y le dijo a la serpiente:
—¿Puedo hacerle tres preguntas?
—No acostumbro hacerle esa concesión a nadie, pero ya que te voy a devorar, puedes preguntar...
—¿Pertenezco a su cadena alimenticia?
—No.
—¿Yo te hice algún mal?
—No.
—Entonces, ¿por qué quiere terminar conmigo?
—Porque no soporto verte brillar…
Muchas veces no entendemos las persecuciones sin precedentes, las contiendas, las mentiras etc.
Pero ahí está una de las razones...
¡¡¡Simplemente no soportan vernos brillar!!!

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