miércoles, 12 de octubre de 2011

Problemas que van y vienen

Si yo quiero terminar con un árbol, tengo que cortarlo por la raíz.
El banano, por ejemplo, es un árbol muy robusto y resistente, aunque parezca débil. Por increíble que parezca, ni el fuego ni un tifón pueden matarlo. Aún si alguien corta un banano en mil pedazos, puede sobrevivir.
La única forma en la que se puede impedir que este árbol crezca nuevamente es arrancándolo por completo, desde la raíz.
Así son los problemas de la vida, especialmente los crónicos. Si no son resueltos de raíz, terminarán creciendo nuevamente y regresando como antes.
Muchas personas quieren resolver sus problemas, pero se resumen en lidiar con las hojas y las ramas. Esos problemas terminan regresando en muchas oportunidades, y a veces, hasta peor.
Existen tres razones principales por las que las personas normalmente no se enfrentan con la raíz de sus problemas:
1. No saben encontrar la raíz;
2. Conocen la raíz, pero no saben cómo cortarla;
3. Saben cómo cortarla, pero no están dispuestas a emplear el esfuerzo para hacerlo.
O sea, quieren respuestas rápidas.
¿Cuál es su caso?
Obispo Renato Cardoso

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