sábado, 20 de agosto de 2011

La sal de Dios III

Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Salmo 91:7
Este versículo nos garantiza que el 100% será abatido y el que no tiene el Espíritu Santo, es decir,  el que no hace del Altísimo su refugio, de acuerdo con este pasaje,  caerá. ¿Y quién está a la derecha o la izquierda? ¡Los “hermanos”! O más bien, los que se dicen “cristianos”. De acuerdo con el Señor Jesús, los que están a la derecha son las “ovejas” (creyentes) y los que están a la izquierda son las “cabras”(los incrédulos), es decir, tanto en el universo de aquellos que creen como en el de los que no creen, cuando surgen problemas, persecuciones y tentaciones, ellos terminan cayendo, indistintamente. Sólo permanecerá en pie el que tiene el Espíritu Santo.
La Biblia dice “mas a ti no llegará” y utiliza el singular, porque la inversión en la vida espiritual es individual. A su familia y amigos usted solo podrá dar su ejemplo, sin embargo, la búsqueda por esta comunión con Dios es algo personal e intransferible. Y usted tiene que hacerlo, porque de lo contrario, cuando vengan las persecuciones, los problemas o tentaciones, terminará cayendo, al igual que los demás.
La única manera de permanecer firme y constante es teniendo el Espíritu de Dios, es siendo un ungido Suyo.
Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.” Salmo 91:8
Esto quiere decir que todo esto sucederá cerca de usted, a su alrededor, por lo que será capaz de ver, contemplar lo que sucederá. Por usted ser una persona racional e inteligente, verá, pero no se desesperará, usted verá, pero al mismo tiempo, ¡se mantendrá firme! ¿Y quién es el impío? ¡El impío es el que niega la fe! De hecho, él tiene dentro de sí la creencia, sin embargo, la utiliza en todo lo que es negativo y nunca en lo positivo. “¡No puedo!” “Dios no existe” o “Nunca voy a ser alguien” son todas manifestaciones de fe, pero de forma negativa y cuando utilizamos la fe que tenemos de manera negativa, estamos siendo impíos, y como tal, sufrimos las consecuencias, que es ser alcanzado por el mal.
Pero cuando usamos nuestra fe de una manera positiva, no somos alcanzados, por el contrario, permanecemos firmes,  contemplando el castigo de los impíos.
Porque has puesto al Señor, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación.” Salmo 91:9
La boca revela lo que se desborda desde el corazón y cuando asumimos y hacemos de Dios nuestra esperanza, es porque Él de hecho habita en nuestro interior. Pero, ¿cuántas son las personas que cuando se enfrentan a un problema buscan como su esperanza a los abogados, médicos, amigos, las fiestas, ir de compras o incluso la religión? No estamos con esto negando, por ejemplo, la Ciencia de la Medicina, del Derecho o a las amistades,¡ no! Pero, en primer lugar, debemos siempre buscar refugio en Dios. Recuérdese que lo imposible solamente Dios puede hacer, porque sólo Él es ¡ilimitado en su poder! Pero Dios sólo actúa en nuestra vida cuando hacemos de Él, nuestra esperanza, nuestro refugio. Y tenemos que hacer esto incluso antes de que surjan problemas, para disfrutar la vida en su plenitud. Y esto debe ser constante, es decir, Él tiene que ser “por nuestra habitación, nuestra morada”, debemos estar siempre conectados a Él, manteniendo una continua comunión.
Es por eso que estamos haciendo este proceso de desintoxicación de 21 días para que su mente esté limpia,  de manera que su conexión con Dios no sufra ninguna interferencia.

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